lunes, 31 de enero de 2011

Sueños...

Es muy dificil de explicar con palabras,por lo inabarcable que puede llegar a ser la sensación.Quizá es como un favor que las mismas palabras hacen a uno para entender que es practicamente algo que no se puede explicar ni entender,sólo vivir y sentir.
Cuando un sueño,uno de esos que perseguimos durante bastante tiempo(días,meses,años,una vida entera en algunos casos)de a poco se va haciendo realidad,es una sensación tan reconfortante,como si de repente las partecitas del rompecabezas fueran encontrando una a una su lugar,y se pudiera leer claro lo que hasta ese preciso momento parecía un estrafalario acertijo.Es raro como a veces la vida encauza todas esas pequeñas coincidencias(o no)para darle forma a la historia,sea personal o compartida.
Cuando un sueño,cualquiera que sea,tenga el grosor o espesor que le toque,de a poco se va convirtiendo en realidad,dan ganas de abrazarse con el destino para agradecerle que por un rato no sea esquivo,que se digne a jugar para la tropa propia en esta módica aventura.
Y es que en esos instantes,cuando un sueño se convierte en bandera,y no sólo bandera de dos,sino compartida por varias personitas queridas,adoradas,soñadas,esa concreción,esa materialización,tiene una fuerza,una energía,que vivifica cada instante y le da a cada pasito del camino un tenor propio,una luz que permite reveer cada paso dado como un eslabón necesario para que la cadena tenga sentido.
Cuando un sueño se hace de a muchos,y se cumple,es uno de esos raros momentos en los que dan ganas de que la vida se congele,y mañana no sea martes ni haya revancha para la frustración,que se quede esperando con las ganas y listo.
Pero mañana es martes,y hay que empezar a soñar de nuevo...