jueves, 28 de mayo de 2009

Sobre trajes y etiquetas

Todos mas o menos tenemos alguien o algo mas o menos en la vida,por quien vivir,lo hayamos pensado en esos términos o no.Detrás de cada persona siempre existe una razón por la cual ocupamos este pedazo de vida que nos toca,hacemos habitualmente mas o menos las mismas cosas semana a semana,hora tras hora,pisamos las mismas calle,usamos los mismos disfraces de personas,repitiendonos aunque vayamos cambiando hasta el hartazgo.Todos,decía,tenemos un motivo para seguir repitiendo siempre lo mismo y sin embargo no morir agobiados por una rutina sutil e imperceptible que si nos detuviéramos a pensar,probablemente no haríamos,por el mero hecho de buscar cambiar,y ese motivo,esa razón,sea persona,cosa,sentimiento,nos sigue impulsando a ser cada día yo,cada día vos,cada día vida.Es asombroso como cada uno hace las mismas cosas por algo o alguién distinto,y confluimos siempre en caminos similares,trabajos,clubes,colegios,facultades.
También muchas veces nos obsesiona el tema de la repetición,y buscamos ser otros,vender otros personajes,que nuestros trajes brillen más que nuestras ropas,que las caretas reluzcan mas que las caras,que los personajes que construimos sean más compradores que las personas que podemos ser,que muchas veces no destellan todo lo que nos gustaría,ni proyectan en la gente ese efecto que nos gustaría conseguir.Las personas que podemos ser muchas veces no son tan atractivas como las que nos gustaría ser,pero una de las paradojas que encierra la vida es precisamente el tiempo que perdemos tratando de disfrazarnos de otros para algún día llegar a ser nosotros mismos,y muchas veces al final del camino no podemos encontrar a la persona abajo del traje,la máscara se queda pegada y no encontramos mas esa cara que devolvía el espejo en ese tiempo en que empezamos a buscar.
Muchas veces escapamos de nosotros mismos buscando ser otros,otros mas adaptados a lo que piden los demas,a la moda,al tiempo,a los cambios,y al final quizá terminamos siendolo,pero solo para ser un espejo que refleje a los otros,y quizá para algunos entre los cuales me incluyo,la felicidad está en llegar al final del día sabiendo que podría haber sido distinto,que podría haber dicho,o hecho o callado,y que quedaron muchas cosas pendientes,pero tranquilo de que el traje que cuelga de la percha cada día,no será el que mejor queda,pero sí el que mas me gusta,el que mejor me representa.En definitiva,que,como dijo alguna vez el gran Mario Benedetti,"solo yo no quisiera ser otro.En realidad,quisiera ser yo,pero un poco mejor"

martes, 26 de mayo de 2009

Anochecer de un día de verano y...

Cuando está por llegar,la lluvia se presiente,a veces en el viento sobre las copas de los árboles,en ese olor a tierra que va a estar mojada,en el agua que se empieza a adivinar atrás del cielo que se corre despacio,aunque un poco asustado.Asustado,que significado en serio tendrá la palabra asustado?que asusta?el hambre?el abandono?errar un gol abajo del arco?pisar la baldosa equivocada?por ahí todo junto...el frío asusta?Son muchas preguntas,casi ninguna con una respuesta demasiado interesante,hasta que el pasado viene y te hace esas preguntas que les hizo a otros,en otro tiempo,cuando yo ni siquiera existía y sin embargo me suenan en la cabeza.
El frio pegaba fuerte en la noche cuando la playa ya era recuerdo,y encima hacía falta papel higiénico.Ojotas y rompeviento es una combinación de esas con poca estética pero mucha practicidad de las que el verano del sur del mundo nos regala,y sacan de apuros;las calles de la costa tienen ese aire de tiempo que no pasa,de sentirse teletransportado a un lugar,dentro de las vacaciones,donde las vidas de los demás,de los que siguen en el ruedo transcurren normalmente,pero la propia fluye despacio,como en una siesta.Esa noche que empezaba a caer en Acantilados,casi sin quererlo me pasó algo muy raro,y me crucé con el país.Es curioso el destino,me tocó cruzarme con el país entrando a la madurez,y tenía junto a mí al chico que fui cuando empecé a sentirme hombre.En síntesis,un manojo de mi,contra una cruzada del país.Esa noche,la Argentina tenía puesta una camisa cuadrillé y unas bermudas(la patria siempre es mas valiente que los que la integramos,claro),pero no me di cuenta que era ella hasta que se subió a su Torino y se fue,justo ella se fue en el Torino,ese símbolo de la industria nacional,será que al país le encantan los simbolismos también.
La historia de lo que nos dijimos quizá sería demasiado larga y tediosa,también tengo que reconocer que me daría un poco de verguenza porque esa noche la Argentina,a su manera me cagó a pedos,a pedos por no saber del todo,a pedos por estar en ella y no honrar,y en todo tenía razón,y se llevó puesto mi prendedor clavado en la oreja,también diciendome que me llevaba en ella,aunque quizá no merezca este suelo,la patria,esa patria que cada día sabe doler,también es la misma que cada día se levanta,resurge,y nunca se da por vencida,casi 200 años pero siempre está,a pesar de que un día nos vamos a dormir y el proceso de reorganización y venta de la patria y asesinatos;a pesar de que un día somos campeones del mundo,a pesar de la indigencia,a pesar de que Malvinas,esa esquina perdida,ese gol con la mano que no fue,y que fue despues,pero esa mano que nos metimos en el orto,y que Moreno y Maradona y que Castelli y que Borges y Alfonsín y que yo.Esa noche la patria me enseñó que también a ella le gusta respirarse en la lluvia,aunque despues tenga que empujarle el Torino para que arranque,porque aunque nosotros la puteamos,ella nunca se queda quieta,y que aunque todo tiempo pasado fue peor,o mejor,o nunca más;también le gusta aguantar el viento parada con la 5 en la espalda,porque Argentina juega con el 5,no con la 10,aunque nos gustaría creerlo.Porque la patria,como le pasa a nuestros viejos con nosotros,no es la que quisieramos que sea,sino la que puede ser,y esa noche en la costa la patria tenía ojotas y anteojos de sol,y su recibo de veterana de Malvinas a cuestas y su esperanza de que pase lo que pase mañana siempre es otro día,y la nuestra es quiza la única patria en la que siempre hay alguien creyendo que mañana puede ser mejor,y si no sos vos,soy yo,y sino otro,porque lo lindo de la vida,es que nunca para,siempre sigue girando,y sigue escribiendose en cada baldosa,en cada blog.
Pero sin duda,lo que más me sorprendió esa noche,es que a la patria,la del folklore y el mate,y el Martín Fierro,y el ceibo,y el tango,y lo demás,le gustaran tanto,pero tanto los Stones