viernes, 23 de abril de 2010

Fraseología

Una de las cosas que me gustaría ser en la vida,es una de esas personas de las cuales alguien alguna vez cita una frase al principio de un libro(entre comillas la frase,claro está).Veamos,uno de los problemas con los cuales cuento es que primero,por el momento,no tengo una gran frase brillante en el haber,lo cual ya de por si es una dificultad bastante probada.Por otro lado,tampoco tengo demasiada gente que me conozca y esté en proceso de escribir un libro,con lo cual ya serían dos escollos bastante insalvables.
Sobre la primera,podría interpretar que cada cosa que escribo es de alguna manera una búsqueda en ese sentido,un comunicar algo buscando alguna forma de permanencia,de legado,un dejar huella a través de la palabra,aunque por ahora me siga pareciendo un privilegio reservado para unos pocos elegidos,es decir,para aquellos que sí logran o lograron perdurar en mí a través de esa poderosa herramienta que es la palabra,tan indestructible como interpretable,tan perfectible como hermosa.O sea que incluso estas palabras que voy emparchando entre sí como un costurero podrían encerrar en su entraña textual alguna expresión digna de pasar a la posteridad(aunque por ahora parece que todavía no,quizá esto sea un poco más dificil de lo que parecía cuando empecé a intentar).Sobre la segunda en cambio,primero tendría que tratar de tener amigos escritores,cosa por demás dificil cuando uno no está en el rubro activamente,ni tiene conocidos que tengan conocidos que;o convencer a los amigos ya existentes a que perfeccionen su conducta de modo de inlcinarse hacia el lado de las letras.
Bueno,sea como fuere lo importante es que por el momento ni tengo la frase ni los conocidos,y tampoco estoy seguro de que vaya a surgir.Es más,a veces me pregunto si este medio llegará a cumplir con su nombre y cometido inicial de ser parte de la solución sino para alguien al menos para mí,y tampoco allí encuentro demasiadas certezas,no obstante lo cual voy a seguir en el intento.Quizá pasa por casualidad,quizá Borges no esperaba escribir "nadie rebaje a lágrima o reproche..." ni Brecht estaba pensando estrictamente en conjugar "primero vinieron por los hemofílicos,pero no me importó....",puede ser que simplemente les haya venido,que sea fruto de la genialidad,no se.En todo caso,sea por genio o por entrenamiento,voy a seguir emprendiendo la búsqueda,quizá en algún punto del entrenamiento de las letras aparezca la gran frase que condense,o quizá la opción dos es que no haya tal brillo,pero igaul haya cita,o ninguna de las anteriormente mencionadas.En cualquiera de los casos,si,como escuché alguna vez,la vida es esas cosas que te pasan cuando estás pensando en otra cosa,por si acaso me voy a poner a pensar...

domingo, 11 de abril de 2010

Simulacros

Aunque quizá muchas veces me pregunto si la vida no es en sí misma un simulacro,una puesta en escena.Desde luego que hay momentos que no,que son sentidos,queridos,recordados.Pero creo también que malgasto el tiempo en ser otros,en usar un vestuario de acuerdo a quién soy para los otros,obviamente conforme a cuánto me importe su otredad.
Decía entonces que es un planteo,o replanteo justificado me parece,el de analizar al menos como representar esos personajes que me tocanen esa miss en scéne.Una de las alternativas es la resignación,otra es la rebeldía,pero tampoco se con certeza cuánta es la proporción que me toca,considerando que exista algo así como un total universal de rebeldía,una torta dividida en varias partes,pero sin dulce de leche.
En ese caso quedaría la tercera posición,que vendría a ser una combinación de las anteriores,esto es:representar esos roles con la mejor disposición, y guardar módicas reservas de estoica alegría,a fin de poder regocijarse en ellas cuando sea conveniente,porque,si como sostengo,gran parte de la vida es un simulacro,nunca se sabe cuando puede sonar la alarma de verdad,cuando el despertador interno marcará que ahora si,que esta es de verdad,que se acabaron los ensayos,y entonces es el momento de hacer lo mejor que se pueda,porque,más alla de elegir entre las alguna de las tres,cuando el juego es en serio y se va por un pleno,no soy yo quien define las opciones,sino ellas a mí.

viernes, 15 de enero de 2010

Ojos bien abiertos

Cambiar el mundo.Si,eso es...cambiar el mundo.Creo que todos los que respiramos,en algún momento entre una respiración y otra lo que queremos es eso,cambiar algo,romper un cierto status;no se si transgredir es la palabra apropiada,porque quizá la mayoría de los cambios que podamos provocar no transgreden el orden universal,sino que más bien son modestos cambios,cambiecitos,que provocamos en el micromundo que nos rodea,en esa gente que cuenta para uno,en esos ilustres desconocidos para el resto de la humanidad,pero que tienen la peculiaridad de ser piedras angulares en nuestro camino.
Desde luego que yo también lo quiero,también quiero cambiarlo,y en realidad me gustaría hacerlo mejor para todos,no sólo para mi mundo,pero a veces se debe asumir que los grandes cambios empiezan por lo pequeño,y nada más pequeño y a la vez más gigante que el mundo que construimos:el de los amigos,los afectos,los amores,los desamores,los olvidos,los recuerdos,las partidas,las llegadas,esa conjunción de hechos que hacen que día a día tenga sentido que el globo terráqueo repita sus movimientos de rotación y traslación,porque son los ejes en los cuales nosotros mismos rotamos y nos trasladamos.
Me pregunto de verdad verdad cómo sera eso.Cómo será esa sensación de marcar la vida de otros,muchos o pocos...porque en verdad quizá cambiar el mundo de los otros puede ser algo tan efímero que en una de esas pasa por al lado,o tan rápido como una estrella fugaz,y me asusta no darme cuenta.Porque puede ser que cambiar el mundo de los demás no sea salvarlos;puede ser que robarle una sonrisa a una persona en un día en que se quiera bajar del planeta sea cambiar su mundo.Puede que una mirada,un consejo,un abrazo,una sonrisa sea cambiar el mundo.Puede ocurrir también que existir sea cambiarle el todo a otro/s;en diversas formas puede ocurrir que se presente algo tan trillado como esto,y me parece que lo que cuenta es que pase.Tener esa sensación,ese fueguito adentro,esa especie de final de una película donde uno se va caminando hacia el horizonte con la sensación de deber cumplido y una sonrisa.
Mas allá de devaneos sesudos,la certeza que me acomete es que se puede...o al menos que levantarse todos los días tiene que ser un necesario intento,quizá mejor,quizá peor,de provocar un cambio,de llegar al final de ese día y hacer un mini balance,y,por mal que haya estado la jornada,encontrar al menos una razón que haya justificado desprenderse de las sábanas,y mirar al mundo a los ojos,y pagar la cuenta.
Ah,eso sí,los ojos los llevo bien abiertos,no vaya a ser cosa de que salve al mundo,y encima ni me de cuenta!!!!

sábado, 2 de enero de 2010

Fuegos de diciembre

De chico,nunca me gustaron los fuegos artificiales.No sé porque,no se trata de una postura frente a la vida,o de llevar la contra,menos que menos de una cuestión principista en contra del capitalismo imperante que dicta gastar abundantes sumas de dinero en meros artificios cuyo destino es perderse en el espacio con el sólo objetivo de que los vean otros,absurdo teniendo en cuenta que a la mayoría ni los vemos ni conocemos(cuestiones estas últimas que por otra parte no se anda figurando uno a los 7 u 8 años)Nada de eso,pero tampoco estoy seguro de que fuera absolutamente miedo,si bien es cierto que cuando por primera vez vi en el noticiero ese tema de las balas que tira la gente y caen por ahí a modo de festejo(???)me entró un pánico que quizá fuera el principal factor de mis impulsos navideños.
Lo concreto es que tanto el 24 como el 31,cuando el reloj marcaba la hora en la que había que brindar,e,ipso facto,salir a la calle a disfrutar el espectáculo atronador de ruidos,luces o alguna combinación de ambas,yo buscaba estratégicamente un lugar con techo,donde poder guarecerme de toda clase de peligros.Lo único malo de ello,es que en la tierna infancia,los "grandes" simulan prender todo el arsenal pirotécnico con el mero pretexto de entretener a las nuevas generaciones,de modo que mis intentos por salvaguardar mi integridad física,o lo que empezaba a registrar como tal,a la vez era un atentado contra aquellos altruistas intentos de mis tíos/primos por entretenerme,justo a mí,que no veía la hora de volver a estar bajo techo.
Igual debo confesar que pese a mi tenacidad en enfrentarme a las corporaciones pirotécnicas,hubo en año en el cual casi caigo en sus garras.Fue a los 8;ese año decidí que me les iba a enfrentar,que no podía ser,que como iba a ser que todo el mundo pudiera,hasta los nenes mucho mas chicos que yo y para mí siguiera siendo un problema inescrutable,un motivo que me hacía pasar bastantes minutos lejos de Mamá.Entonces puse la voz lo más grave que podía y le dije severamente a Papá que me comprara muchas cañitas voladoras mientras ibamos a Tigre a lo del tío a pasar el 31,que esta vez sí,que quería prender fuego la ciudad(bueno,algo mas o menos así le dije,pero con voz muy finita).El me miró bastante sorprendido,pero a la vez con un dejo de orgullo,como si esta oportunidad le hubiera tocado hondo,como poder decir al resto de la familia "eh,miren,ustedes que pensaban que no iba a poder eh!",y,como no podía ser de otra manera me compró cañitas voladoras como para varios minutos,una bolsa muy grande,como yo no recordaba haber visto otras,ni siquiera la que traía mi primo de Torcuato,que tenía 4 años más,estaba muy canchero en el tema,y a la hora de los festejos ya jugaba en el equipo de los grandes.Y como ese año estaba decidido a hacer mis primeras armas en el tema,me regocijé de que Papá se la hubiera jugado de tal manera,como dándome tamaña confianza.
Toda esa cena de víspera de año nuevo(que por otra parte siempre solía ser más aburrida que la de Nochebuena)me la pasé imaginando como iba a enfrentar aque desafío,como vencer los miedos,me veía una y otra vez remotando esos artificios del demonio y venciéndolos,obvio;de manera que el vittel thoné se me pasó de largo,casi como las empanaditas,y apenás probé un bocado del lechón que creo que estaba rico,aunque no se comparaba nunca con la ensalada de frutas,manjar que por otra parte en casa siempre escaseaba,de manera que no quedaba otra que aprovechar la volada y disfrutar a cuenta.
Una vez que avisé que ya eran las 12,porque tal era mi rol en la familia,entendí que era una de esas veces en la vida,en que mi hora había llegado,aunque estoy casi seguro de que quizá para el resto de la familia fue menos que un momento normal inclusive.Una vez que estuvimos todos afuera,Papá me alcanzó un puñado de las cañitas,las puso prolijamente dentro de la botella de sidra vacía y me llamó con la mano,dispuesto a principiar el instante sublime.Todo se había cumplido,era el momento de entrar en la historia y reclamar el lugar que me tenía preparado.
Dicen que un hombre no es valiente por no tener miedos,sino por enfrentarlos.
Puedo asegurar sin temor a equivocarme,que la noche del 31 de diciembre de 1993,fui un cobarde

lunes, 7 de septiembre de 2009

Día de D

Amanecer.Un sol que no raja la tierra porque se acuerda que no es invierno su época de pleno empleo precisamente,pero una changa siempre es bienvenida con tal de sacar algún pesito mas.En qué estaba?Ah,si,amanecer y un sol firme,mientras en la radio suena un rock,tibio pero convencido,banda sonora del albor del día,a la hora en que todas son esperanzas,promesas y esa sensación de que al mundo puede partirlo un rayo,o pisarlo un dinosaurio,pero nada de eso pasará antes del desayuno.El orden universal tiene también parámetros y bien sabido es que el café con leche viene antes que las utopías.Luego llegan las zapatillas,en matrimonio que ya pasó las bodas de plata con las medias,llegará el buzo y la plata en el bolsillo,y 5 cuadras con sus baldosas que se abroquelan en un local,y entonces medio kilo de flautitas y un paquete de marineras sin sal y 5 pesos(siempre que sea domingo).A desabrochar otra vez las 5 cuadras(cuántos pasos serán?)para que el pan descanse en la mesa,y las marineras a esperar su turno.El reloj bosteza un par de minutos que separan el reposo de otro tranco de 500 metros para otra vez estar sobre la suela y las baldosas,surcando otro punto cardinal y un nuevo ritual,2 o 3 diarios,una revista,algún fascículo(siempre y cuando hoy sea domingo,claro está)y la vuelta en una columna o artículo que mida 5 cuadras y se termine en el momento en que la llave vuelva a besar la cerradura,con lengua y todo,y esa nota que desea sobrevivir a esa súbita e irrefrenable pasión.El mate ya prepara la antesala del mediodía,esa vigilia de las pastas(en tanto y en cuanto hoy es domingo).Adiós a las zapatillas,aunque las medias resistan,paladeando su bigamía con las ojotas,a buscar otra nota y 10 o 15 páginas del diario para amenizar el desayuno y esa sensación de paz,de que gran parte del mundo todavía duerme(porque es domingo,obvio)y esta tramo es una pequeña ventaja que no van a poder descontar ni en la siesta,y así se abrochan una tras otra las vicisitudes de esta mañana,tan apacible,tan victoriosa y melancólica,esa alegría en el pecho si es domingo y de mañana,el sol que también se alegra porque el domingo las horas extras se las pagan el doble...en fin,todas esas cosas que mueren un poquito cuando pasan las 19 y otra vez casi es lunes y tan lunes,y lejos,y que feo,que feo que ya no es domingo

jueves, 28 de mayo de 2009

Sobre trajes y etiquetas

Todos mas o menos tenemos alguien o algo mas o menos en la vida,por quien vivir,lo hayamos pensado en esos términos o no.Detrás de cada persona siempre existe una razón por la cual ocupamos este pedazo de vida que nos toca,hacemos habitualmente mas o menos las mismas cosas semana a semana,hora tras hora,pisamos las mismas calle,usamos los mismos disfraces de personas,repitiendonos aunque vayamos cambiando hasta el hartazgo.Todos,decía,tenemos un motivo para seguir repitiendo siempre lo mismo y sin embargo no morir agobiados por una rutina sutil e imperceptible que si nos detuviéramos a pensar,probablemente no haríamos,por el mero hecho de buscar cambiar,y ese motivo,esa razón,sea persona,cosa,sentimiento,nos sigue impulsando a ser cada día yo,cada día vos,cada día vida.Es asombroso como cada uno hace las mismas cosas por algo o alguién distinto,y confluimos siempre en caminos similares,trabajos,clubes,colegios,facultades.
También muchas veces nos obsesiona el tema de la repetición,y buscamos ser otros,vender otros personajes,que nuestros trajes brillen más que nuestras ropas,que las caretas reluzcan mas que las caras,que los personajes que construimos sean más compradores que las personas que podemos ser,que muchas veces no destellan todo lo que nos gustaría,ni proyectan en la gente ese efecto que nos gustaría conseguir.Las personas que podemos ser muchas veces no son tan atractivas como las que nos gustaría ser,pero una de las paradojas que encierra la vida es precisamente el tiempo que perdemos tratando de disfrazarnos de otros para algún día llegar a ser nosotros mismos,y muchas veces al final del camino no podemos encontrar a la persona abajo del traje,la máscara se queda pegada y no encontramos mas esa cara que devolvía el espejo en ese tiempo en que empezamos a buscar.
Muchas veces escapamos de nosotros mismos buscando ser otros,otros mas adaptados a lo que piden los demas,a la moda,al tiempo,a los cambios,y al final quizá terminamos siendolo,pero solo para ser un espejo que refleje a los otros,y quizá para algunos entre los cuales me incluyo,la felicidad está en llegar al final del día sabiendo que podría haber sido distinto,que podría haber dicho,o hecho o callado,y que quedaron muchas cosas pendientes,pero tranquilo de que el traje que cuelga de la percha cada día,no será el que mejor queda,pero sí el que mas me gusta,el que mejor me representa.En definitiva,que,como dijo alguna vez el gran Mario Benedetti,"solo yo no quisiera ser otro.En realidad,quisiera ser yo,pero un poco mejor"

martes, 26 de mayo de 2009

Anochecer de un día de verano y...

Cuando está por llegar,la lluvia se presiente,a veces en el viento sobre las copas de los árboles,en ese olor a tierra que va a estar mojada,en el agua que se empieza a adivinar atrás del cielo que se corre despacio,aunque un poco asustado.Asustado,que significado en serio tendrá la palabra asustado?que asusta?el hambre?el abandono?errar un gol abajo del arco?pisar la baldosa equivocada?por ahí todo junto...el frío asusta?Son muchas preguntas,casi ninguna con una respuesta demasiado interesante,hasta que el pasado viene y te hace esas preguntas que les hizo a otros,en otro tiempo,cuando yo ni siquiera existía y sin embargo me suenan en la cabeza.
El frio pegaba fuerte en la noche cuando la playa ya era recuerdo,y encima hacía falta papel higiénico.Ojotas y rompeviento es una combinación de esas con poca estética pero mucha practicidad de las que el verano del sur del mundo nos regala,y sacan de apuros;las calles de la costa tienen ese aire de tiempo que no pasa,de sentirse teletransportado a un lugar,dentro de las vacaciones,donde las vidas de los demás,de los que siguen en el ruedo transcurren normalmente,pero la propia fluye despacio,como en una siesta.Esa noche que empezaba a caer en Acantilados,casi sin quererlo me pasó algo muy raro,y me crucé con el país.Es curioso el destino,me tocó cruzarme con el país entrando a la madurez,y tenía junto a mí al chico que fui cuando empecé a sentirme hombre.En síntesis,un manojo de mi,contra una cruzada del país.Esa noche,la Argentina tenía puesta una camisa cuadrillé y unas bermudas(la patria siempre es mas valiente que los que la integramos,claro),pero no me di cuenta que era ella hasta que se subió a su Torino y se fue,justo ella se fue en el Torino,ese símbolo de la industria nacional,será que al país le encantan los simbolismos también.
La historia de lo que nos dijimos quizá sería demasiado larga y tediosa,también tengo que reconocer que me daría un poco de verguenza porque esa noche la Argentina,a su manera me cagó a pedos,a pedos por no saber del todo,a pedos por estar en ella y no honrar,y en todo tenía razón,y se llevó puesto mi prendedor clavado en la oreja,también diciendome que me llevaba en ella,aunque quizá no merezca este suelo,la patria,esa patria que cada día sabe doler,también es la misma que cada día se levanta,resurge,y nunca se da por vencida,casi 200 años pero siempre está,a pesar de que un día nos vamos a dormir y el proceso de reorganización y venta de la patria y asesinatos;a pesar de que un día somos campeones del mundo,a pesar de la indigencia,a pesar de que Malvinas,esa esquina perdida,ese gol con la mano que no fue,y que fue despues,pero esa mano que nos metimos en el orto,y que Moreno y Maradona y que Castelli y que Borges y Alfonsín y que yo.Esa noche la patria me enseñó que también a ella le gusta respirarse en la lluvia,aunque despues tenga que empujarle el Torino para que arranque,porque aunque nosotros la puteamos,ella nunca se queda quieta,y que aunque todo tiempo pasado fue peor,o mejor,o nunca más;también le gusta aguantar el viento parada con la 5 en la espalda,porque Argentina juega con el 5,no con la 10,aunque nos gustaría creerlo.Porque la patria,como le pasa a nuestros viejos con nosotros,no es la que quisieramos que sea,sino la que puede ser,y esa noche en la costa la patria tenía ojotas y anteojos de sol,y su recibo de veterana de Malvinas a cuestas y su esperanza de que pase lo que pase mañana siempre es otro día,y la nuestra es quiza la única patria en la que siempre hay alguien creyendo que mañana puede ser mejor,y si no sos vos,soy yo,y sino otro,porque lo lindo de la vida,es que nunca para,siempre sigue girando,y sigue escribiendose en cada baldosa,en cada blog.
Pero sin duda,lo que más me sorprendió esa noche,es que a la patria,la del folklore y el mate,y el Martín Fierro,y el ceibo,y el tango,y lo demás,le gustaran tanto,pero tanto los Stones